Dos actividades, una el jueves 30 de noviembre y otra el viernes 1 de diciembre, marcaron el cierre del proyecto piloto “Superando la vulnerabilidad energética en Renca”, impulsado por EBP Chile y EGEA ONG, gracias al financiamiento de la Embajada de Suiza en Chile, acompañados por la Red de Pobreza Energética que forma parte de la mesa técnica consultiva del proyecto.
El viernes 1 se cerró el proyecto en Renca, con las palabras del embajador suizo en Chile, Edgar Dörig, quien resaltó los resultados y la necesidad de que se repliquen este tipo de iniciativas en otras comunas del país.
Las autoridades de Renca eligieron 18 familias de seis sectores diferentes de la comuna, a las cuales se les realizó un diagnóstico de la situación de vulnerabilidad energética. Para esto se evaluó el estado de la conexión eléctrica, del calefón, el uso de combustibles para calefacción y el estado general de las viviendas. Tras el diagnóstico se realizó un taller con las 18 familias, en el que se identificaron las principales medidas para reducir la vulnerabilidad energética de los distintos hogares.
Es destacable el carácter personalizado de este piloto, que permitió focalizar los recursos de acuerdo a las necesidades energéticas más urgentes de ser resueltas, considerando las percepciones de las familias. Entre las acciones realizadas está el recambio de luminarias por ampolletas led, arreglos de conexión del cableado eléctrico, instalación de refrigeradores eficientes, sellado de puertas y ventanas, balones de gas, termos, entre otras. Todas estas medidas están orientadas a mejorar la eficiencia energética de los hogares para reducir el gasto y la demanda energética de cada familia.
Esta iniciativa fue presentada por Nicolás Azócar, en representación del municipio de Renca, y por la académica del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Chile Antonieta Urquieta, en representación de la RedPE en el Foro Alcaldes ante el Cambio Climático, organizado por ADAPT Chile y la Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático. En este panel se presentaron también las experiencias de Peñalolén, Petorca y Concepción.
Ambas instancias dan cuenta del posicionamiento del tema de pobreza energética y de cómo comienza a materializarse en iniciativas concretas. Las medidas implementadas a través del piloto son una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de las familias, al mismo tiempo que nos retribuyen la experiencia de aprender sobre los desafíos que implica la pobreza energética. Como RedPE destacamos el carácter colaborativo de la intervención, que implicó involucrar a actores del sector público y privado, así como a las familias involucradas. Esperamos que este proceso de aprendizaje permita desarrollar nuevas estrategias de intervención y que impulse el surgimiento de programas para enfrentar la vulnerabilidad energética a escala nacional, sin perder de vista la relevancia de observar esto a escala local y territorial.