Esta memoria reúne recuerdos entre 2016 y 2022 que conforman nuestra historia común, fruto del trabajo que hemos venido realizando como Red de Pobreza Energética durante estos 6 años de vida. Confiamos que con los pasos dados hemos logrado instalar la urgencia de enfrentar las distintas caras de la pobreza energética en nuestro país y en la región latinoamericana, además de subrayar la importancia de comprender el acceso equitativo a la energía como un derecho.
La Red de Pobreza Energética ha instalado la importancia del trabajo colaborativo entre distintos sectores de la sociedad para empujar las transformaciones que necesitamos en el actual contexto de crisis socioecológica y emergencia climática.
En este marco, las transformaciones del sector energético son clave pero deben ser acompañadas de un proceso de transición energética justa, que a su vez reduzca las brechas en el acceso a energía de calidad en los hogares y la vulnerabilidad energética de los territorios, fomentando la eficiencia energética y el uso de energías limpias.
El desafío es mayúsculo y debe ser enfrentado con una mirada de largo plazo que aborde su multidimensionalidad de forma intersectorial, tanto dentro del Estado como en articulación con otros sectores de la sociedad.
El diálogo transdisciplinar, fuertemente impulsado desde la Academia, nos ha permitido encontrarnos para escucharnos y conocernos, base fundamental y necesaria para sostener cualquier esfuerzo de colaboración. Este documento busca tejer parte de nuestra historia como organización, para recordar y aprender del camino recorrido. Sin duda aún tenemos algunas hilachas y más que unos cuántos hilos sueltos, pero la imagen de red que hoy vemos nos gusta y nos pone contentas: una red flexible pero firme, grande, diversa y acogedora.
La energía nos mueve y sabemos lo fundamental que resulta para avanzar en un país más justo. Los desafíos que enfrentamos en materia de acceso a energía de calidad en nuestro país son grandes, pero hoy estamos en mejor pie que seis años atrás para contribuir en este desafío complejo. Porque como bien sabemos, no hay soluciones simples a problemas complejos y necesitamos colaboración para la transformación.