Contar con suministro de energía permanente es fundamental para las personas cuya vida se sostiene en equipamiento médico que requiere electricidad. Son los electrodependientes, que, según cifras del Ministerio de Salud, son 20 mil en Chile.
El 11 de diciembre el Ministerio de Energía y la asociación de Empresas Distribuidoras de Electricidad formalizaron un acuerdo para resguardar la salud de un grupo inicial de 730 familias, con el propósito de beneficiar al total en el primer semestre de 2018.
La iniciativa público-privada establece descuentos relacionados al consumo de electricidad por el uso de equipos médicos y soporte de respaldo en caso de cortes prolongados. Este equivale a 50 kWh/mes (5.500 pesos) y será aplicado en las boletas eléctricas de clientes residenciales con pacientes electrodependientes.
Las empresas también se comprometieron a no cortar el suministro en caso de deuda y a dar solución en forma prioritaria en caso de cortes de energía prolongados. Esto es importante, debido al precedente del invierno de 2017, cuando la Región Metropolitana sufrió una larga interrupción del suministro eléctrico iniciado por el mal tiempo. También se comprometieron hacer todos los esfuerzos para proveer soluciones técnicas que mitiguen los efectos de los cortes de energía, ya sea a través de una atención prioritaria en la falla que afecte al domicilio del paciente o mediante acciones que ayuden a extender el funcionamiento del dispositivo de uso médico, como la entrega de equipos que permitan abastecer de electricidad a quien lo requiera.
Si bien el acuerdo muestra un avance en términos de cubrir una necesidad energética fundamental en materia de pobreza energética, los altos consumidores energéticos del sector salud –particularmente hospitales y clínicas– enfrentan un desafío mayor, que en la era del cambio climático adquiere vital importancia. Este sector deberá establecer estrategias efectivas que permitan asegurar la energía para procedimientos médicos, para el almacenamiento de químicos y medicamentos, para mantener condiciones adecuadas para los cuidados de salud y para otras acciones propias de sus obligaciones.
Macarena Valdés. Co-responsable Línea Bienestar, Cultura y Eficiencia Energética. Especialista en Epidemiología, Escuela de Salud Pública.
Marisa de Martini. Especialista en Periodismo y Comunicaciones. Centro de Energía